Georgia O’Keeffe. Detenerse a mirar.

«Rellenar el espacio de modo hermoso. Eso es lo que el arte significa para mí».
Georgia O’Keeffe

Y nadie como ella ha sabido rellenarlo mejor. Sus cuadros reflejan un dominio del espacio total. Las formas lo llenan, pero no lo abruman. Simplemente le dan consistencia al espacio, lo colman de color, de densas sombras o luces puras.
La plasticidad de las formas son las protagonistas en estos cuadros. Flores, o abstracciones de flores, parece que cada imagen esté hecha de carne, barro o cera. Es tangible, está moldeada con los dedos; tiene siempre una calidez casi de artesanía.
El color asombra. Simplemente es tan absolutamente personal que asombra, maravilla. Desde los más fuertes contrastes, casi violentos, hasta las más sutiles gradaciones de porcelana. Y todo distribuido con absoluto equilibrio. El uso del negro, personalmente, me resulta muy elegante, siempre aplicado en la medida justa para resaltar los demás colores.

Las flores le deben a O’Keeffe el haberles leído el corazón. Un corazón indescifrable y misterioso, pero abierto. Abierto para la mirada de todos. Pliegues, texturas, ritmos ocultos y replegados, estambres o pistilos recién descubiertos por un ojo que ha apartado los pétalos para mirarlos en detalle, amorosamente, y dedicarles un poema visual.

Cuando estas flores se diluyen en la estructura básica de sus formas; cuando la pintora amplía aún más su visión, entonces se abren las puertas a lo desconocido. La abstracción en estas pinturas se hace mística, profundamente misteriosa y densa. Penetramos un mundo interno similar a una cueva de reposo y silencio que contuviera cientos de puertas o velos para ir descorriendo, para ir conociendo.

«No hay nada tan poco real como el realismo. Sólo cuando se elige, se dejan cosas de lado y se fijan los puntos básicos, se tropieza uno con el significado verdadero de las cosas». O’Keeffe

Eso es lo que hace ella una y otra vez. Apartar lo innecesario, lo superfluo, para dar con la esencia. Busca el elemento primario  mediante su intuición. Navega entre el vacío y el todo. Sus cuadros plasman estos dos conceptos. Y aún más, miran a través de ellos.
El todo porque la unidad de cada pintura es máxima. Nada está desarraigado. Todo está fusionado, cohesionado como si fuera indivisible.
El vacío aparece cuando mira a través de los huesos hacia el paisaje. Esos huesos que iba recogiendo y coleccionando de su amado desierto mexicano. El vacio es vasto como el mismo paisaje, grande y total. Bello pero acaparable, reducido a un agujero por el que mirar. A su vez la mirada se extiende hacia afuera y se pierde*.

También, pero a modo de silencio, se encuentra ese vacío en las formas puras y blancas de muchas de sus flores. Sencillas, directas: belleza sin más. Pero que en su recato habla de su propia perfección; cantan suavemente el lado más cándido de la armonía.

Hay que imaginarse lo que deben de impactar estos cuadros vistos al natural, pues solía hacerlos de gran tamaño.

“Una flor es relativamente pequeña. Todo el mundo tiene muchas asociaciones con una flor, con la idea de flores…Sin embargo, en cierto modo nadie ve de veras una flor. Es tan pequeña. No tenemos tiempo y ver requiere tiempo al igual que tener un amigo requiere tiempo. Si yo pudiera pintar la flor exactamente como la veo no la vería nadie ya que la pintaría pequeña como pequeña es la flor. Así que me dije: pintaré lo que veo, lo que la flor es para mí, pero la pintaré grande y ellos se sorprenderán al tener que tomarse tiempo para mirarla; haré que incluso los atareados neoyorquinos gasten tiempo en ver lo que yo veo en las flores.” O’Keeffe

Detenerse a mirar las cosas, a llenarse de lo observado tomándonos tiempo, es lo que O’Keeffe enseña.
Tiempo para solazarse en la perfección de los seres, admirarse de lo profundidad que contienen y aprender, infinitamente aprender de ellas, como las partes del gran puzzle cósmico que son.

 

* Pintura de un hueso a través del cual se ve el desierto. Primera pintura de esta serie.

 

Biografía de Georgia O’Keeffe (Sun Prairie, 1887 – San Vicente de Santa Fe, 1986) : http://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/o_keeffe.htm

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